Desde Ecuador hacia todo el mundo, nuestras flores son un testimonio palpable del esfuerzo y dedicación en nuestra industria florícola, te contamos a continuación como las flores llegan a sus destinos en todo el mundo en este contenido.

1. Cultivo en Condiciones Óptimas:
Todo tiene su inicio en las fincas ecuatorianas ubicadas principalmente en Cayambe y Machachi, donde cultivamos diversas flores bajo condiciones climáticas y geográficas perfectas. Desde rosas hasta gypsophilas, cada flor es cultivada con esmero y cortada en el momento preciso, marcando así el comienzo de su travesía hacia la exportación.

2. Selección y Cosecha Experta:
Nuestra gente selecciona minuciosamente cada flor en su punto óptimo de madurez. La cosecha se ejecuta con precisión, garantizando que cada flor posea la calidad exigida por los estándares del mercado internacional.

3. Documentación Rigurosa:
Paralelamente, cada flor pasa por exhaustivos controles fitosanitarios. Nos aseguramos de que cumplan con todas las regulaciones internacionales, garantizando la salud de las plantas y la satisfacción de nuestros clientes.

4. Empaque Cuidadoso:
Cada flor es tratada con el mismo cariño con el que fue cultivada. Nuestro equipo experto se encarga del empaque y embalaje, colocando cada flor en capuchones que luego son cuidadosamente dispuestos en cajas llamadas tabacos. Estas cajas son las que se entregan a las consolidadoras por parte de cada florícola.

5. Transporte Eficiente:
Las flores son transportadas desde las fincas florícolas hasta las instalaciones de TCC, donde se encuentran las consolidadoras equipadas con cuartos fríos. Aquí, las flores se agrupan y organizan, cumpliendo con todos los requisitos legales.

6. Vuelo hacia el Destino:
Las flores emprenden un emocionante viaje a través de aviones, llevando consigo la exquisita belleza natural de Ecuador. Ya sea en Estados Unidos, Europa, Asia o América, nuestras flores conquistan corazones en cada rincón del planeta.

7. Llegada al destino:
Finalmente, las flores ecuatorianas llegan a sus destinos finales, listas para expresar sentimientos sinceros. Este es el punto final de un proceso que refleja la dedicación y la excelencia de nuestra industria florícola.